Podría haber sido hoy, como podría haber sido mañana o ayer, pero resulta que hoy me siento con fuerza para empezar con ello.
De que se tratará todo esto: del viajante o del que se queda; de lo que tengo, o de todo aquello que debería de haber perdido. Podría ser la carta de los viernes, o quizás la llamada telefónica que nunca se hace pero que debería de hacerse.
Hoy me siento aquí, con menos amigos que antes, pero quizás con muchas mas esperanzas. Al Fenici ha vuelto para quedarse, y para que nadie le eche.