La falta de
puntualidad.
Tanto de la gente que llega tarde a las citas como la que llega
demasiado pronto (aunque sea preferible a la primera).
demasiado pronto (aunque sea preferible a la primera).
Normalmente lo hacen por
sistema y están plenamente convencidos de que tenemos que perdonarles. Es una
falta de respeto y de educación flagrantes y no debería ser aceptado ni social
ni profesionalmente. No les tolero ni los diez minutos de cortesía, a no ser
que tengan que realizar pagos. Los peores son los que dicen que están al llegar
pero normalmente nunca es verdad ya que se encuentran muy lejos del lugar de la
cita.
sistema y están plenamente convencidos de que tenemos que perdonarles. Es una
falta de respeto y de educación flagrantes y no debería ser aceptado ni social
ni profesionalmente. No les tolero ni los diez minutos de cortesía, a no ser
que tengan que realizar pagos. Los peores son los que dicen que están al llegar
pero normalmente nunca es verdad ya que se encuentran muy lejos del lugar de la
cita.
En cierta ocasión, esperando a un arquitecto en la Cerdanya, le llamé
varias veces y siempre respondía que estaba de camino. Al final perdí la
paciencia y le supliqué que me confesara dónde estaba a lo cual me respondió
que salía de Tarragona.
varias veces y siempre respondía que estaba de camino. Al final perdí la
paciencia y le supliqué que me confesara dónde estaba a lo cual me respondió
que salía de Tarragona.
De los que se presentan mucho antes de la hora acordada
diré que también molestan, y mucho, sobretodo los que acuden al despacho y
entorpecen la tarea que estás acabando. Aunque esperen en una sala siempre me
irrita su presencia pues me desconcentra. Y añadiré que la gran mayoría me pide
ir al baño, para mayor cabreo mío.
diré que también molestan, y mucho, sobretodo los que acuden al despacho y
entorpecen la tarea que estás acabando. Aunque esperen en una sala siempre me
irrita su presencia pues me desconcentra. Y añadiré que la gran mayoría me pide
ir al baño, para mayor cabreo mío.